Es muy importante conocer el estado de la marcha de tu peque para elegir el calzado correcto.
Gateo
Desde que comienza a trasladarse por el suelo, ya sea de la manera que sea, hasta que consigue ponerse de pie sin ayuda.
El mejor calzado para esta marcha es, ninguno! Los bebés tan pequeños tienen los pies muy sensibles, con muchas terminaciones nerviosas a flor de piel.
Si necesitamos protegerlos del frío, mejor escoger un zapato sin “suela”, es decir que sea de tela o piel fina. Que te permita total libertad de movimiento, que sea amplio y sin tóxicos.
Primeros Pasos
Desde que es capaz a dar los primeros pasos solos hasta , aproximadamente, los 6 meses posteriores.
En esta marcha se tropiezan, se caen y están en pleno aprendizaje.
En esta fase el mejor calzado es el que sea la mínima expresión. La suela lo más fina y flexible, sobre todo en los metatarsianos, es decir, donde doblamos debajo de los dedos. Pero también en torsión y rotación. Y el resto de características de todo zapato respetuoso, sin drop, con espacio para los dedos, sin contrafuerte …
No es lo mismo que lleve un mes andando que tres, así que cuanto más vaya avanzando, puede usar algo “más zapato”.
Marcha Debutante
Desde aproximadamente los 6 meses caminando hasta los 3 o 4 años de edad.
Aunque aún se den algún traspiés, ya corren, suben escaleras más o menos seguros, trepan con cierta solvencia …
Como en la marcha anterior, no es lo mismo que el peque esté a principio de marcha, en el medio o al final.
El zapato para esta marcha debe cumplir las características de todo zapato respetuoso en cuanto a flexión y grosor de la suela, espacio para los dedos, etc.
El contrafuerte en marcha debutante experta, puede estar presente pero sin ser rígido. Su función será sostener la estructura del zapato.
Cobra importancia el sistema de apertura-cierre, para darle autonomía facilitándole que se los ponga solo.
Los velcros y una amplia apertura son nuestros aliados.
Marcha Estable
Desde los 3 o 4 años hasta los 7 aproximadamente.
Se osifican sus huesos, aparece el puente y el paso de asemeja al de un adulto.
Ya van cumpliendo todos los hitos, subir y bajar cuestas y escaleras, correr, saltar a la pata coja o a la comba …
Los zapatos deben tener todas las características del calzado respetuoso. La suela puede ser un poco más gruesa y no tan flexible que en marchas anteriores porque los peques tienen más fuerzas para doblarlas.
A partir de aquí andarán, más o menos, como un adulto.